Este texto de La
Regenta se encuentra dentro del capítulo vigésimo sexto, en la segunda
parte de la obra formada por los últimos 15 capítulos. Mientras que en la
primera parte se nos presenta la ciudad de Vetusta y sus personajes en tres
días, en la segunda es cuando se desarrollan los acontecimientos que tienen
lugar en un espacio de tres años.
Este fragmento empieza el Jueves Santo con la
noticia que llega a casa de los Vegallana como una bomba, y que comentan todas
las mujeres allí reunidas. Esa noticia tan comentada no es otra que en la
procesión va a salir la Regenta vestida de nazareno y descalza por la Encimada
de Vetusta. Eso es algo que levanta la envidia y las críticas, se puede ver
como se trata la moralidad en la sociedad de la época, todo son las
apariencias.
También aparece don Víctor Quintanar, que está
bastante desconsolado por lo que va a hacer su esposa y al que tratan de
consolar.
Al día siguiente el día se levanta nublado, de una
parte está el Magistral, que desearía hacer brotar el sol para que Ana pueda
salir en la procesión y que así vea todo el mundo su triunfo y su poder. Por
otra parte esta Ana que interiormente desea que llueva porque está empezando a
ver que no es muy bueno lo que hará, va a darse en espectáculo por un momento
de debilidad ante el Magistral, sabe que puede causar problemas a su marido,
aunque también lo hace por el honor de su hogar, en ella se refleja el
arrepentimiento pero a la misma vez una gran decisión para hacerlo.
El fragmento termina con la salida de la procesión
ya que al final no llueve, es el comienzo del espectáculo que ha ido todo el
pueblo a contemplar.
Rita Bonnín Forteza
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